Esta semana ha salido a los medios la noticia que un equipo de astrónomos del ESO ha descubierto el quásar más lejano encontrado hasta la fecha. Se encuentra a poco menos de 13 000 millones de años-luz de distancia de nosotros y ahora lo estamos observando tal y como era cuando el universo tenía menos de 800 millones de años de edad. Es, sin lugar a dudas, el objeto más luminoso descubierto hasta hoy y se le ha bautizado como ULAS J1120+0641 (ciertamente no son muy originales quienes bautizan los objetos de cielo profundo).
A pesar de que recientemente se han descubierto otros objetos más lejanos -una explosión de rayos gamma y una galaxia con corrimientos al rojo mayores que los de este quásar-, nuestro protagonista es cientos de veces más brillante que aquellos, lo que facilita su estudio en detalle.
A pesar de que recientemente se han descubierto otros objetos más lejanos -una explosión de rayos gamma y una galaxia con corrimientos al rojo mayores que los de este quásar-, nuestro protagonista es cientos de veces más brillante que aquellos, lo que facilita su estudio en detalle.
Representación artística del quásar ULAS J1120+0641
Este brillantísimo faro cósmico está alimentado por un agujero negro supermasivo que tiene una masa de más de 2000 millones de estrellas como nuestro Sol, hecho que ha sorprendido a los científicos, ya que es difícil explicar que tenga esta masa tan grande habiéndose formado en una etapa tan temprana después del Big Bang. Las teorías actuales acerca del crecimiento de los agujeros negros predicen un avance lento de la masa de los mismos al ir atrayendo la materia existente en sus alrededores.